Hola! que tal va la semana?
Hoy os traigo una receta muy casera y muy de mi casa! así que va en honor a mis papis, los cuales hacen un muy buen equipo en la cocina y no puedo dejar de echar de menos sus comidas! en especial este pollo, porque les sale taaan bueno! jajaja Yo os mostraré mi versión de la receta, ya que nunca consigo que me salga como a ellos.
Así que ahí vamos:
Ingredientes:
1 Pollo troceado
10 o 12 dientes de ajo (si veis que son grandecitos con 8 o 9 bastará)
2 o 3 Patatas
1 vaso de vino blanco
1/2 vaso de agua
Aceite de oliva
El jugo de 1 Limón
1 pastilla de avecrem
1 hoja de Laurel
Pimienta
Sal
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es limpiar y trocear el pollo. Lo salpimentamos al gusto y lo rociamos con un poco de jugo de limón. Reservamos.
Ponemos una olla profunda al fuego y añadimos un buen chorreón de aceite de oliva, un dedo y medio aproximadamente. Colocamos los trozos de pollo en el interior de la olla con cuidado de que no nos salpique el aceite caliente y lo dejamos rehogar a fuego vivo. Añadimos la hoja de laurel.
Mientras el pollo se rehoga un poco, quitamos la piel a los dientes de ajo y picamos cada diente en 3 o 4 partes. No me gusta hacerlo muy picadito porque luego se deshace todo...pero esto es cuestión de gustos. Y también suelo dejar 3 o 4 dientes con piel jajaja a modo decorativo.
Cuando tengamos el pollo de color blanquito, añadimos los ajos, dejamos que cojan un poco de color y a continuación añadimos el vaso de vino blanco. Incorporamos también la pastilla de avecrem.
Aquí ya podemos bajar un poco el fuego y "semi" tapar la olla. Iremos controlando y moviendo de vez en cuando para que no se pegue, si veis que se está quedando sin salsa, podéis añadir un poco de agua.
Cuando veáis que el pollo tiene un color dorado y el vino se ha reducido, ya tenemos nuestro Pollo al Ajillo!! Nos quedará una salsita melosa, fruto del vino y del ajo. Apartamos el pollo y ponemos la salsa a parte para servir al gusto.
Como acompañamiento, he elegido unas patatas, así que las pelamos, las enjuagamos y las troceamos como queramos, en bastones, a gajos....les ponemos un poco de sal y freímos en abundante aceite caliente. Yo suelo echar un par de dientes de ajo en la sartén de las patatas, para que se frían juntos y le de mejor sabor a las patatas. Las vamos sacando en un plato en el que habremos puesto papel absorbente, para quitar el exceso de aceite.
Por supuesto os tenéis que permitir el lujo de mojar un poco de pan en la salsa ....he dicho un poco! jaja no vale la barra entera ehh!!
Si te ha gustado esta receta: Míralo, Cocinalo!!!